El segundo modo del retorno del pasado no es en nuestra memoria, sino en actos, en los actos esenciales de nuestra vida. ¿Qué es psicológicamente lo que nosotros repetimos? Lo que repetimos se produce en los actos esenciales de nuestra vida, esos actos son fundamentalmente la repetición de amar y de sufrir la pérdida o la separación. Si ustedes me preguntan qué es lo que se repite en nuestra vida desde el punto de vista psicológico, lo que se repite es nuestra manera de amar, nuestros compromisos afectivos con un ser amado, con una cosa amada (una casa un país, un lugar) o con un ideal amado. Nosotros repetimos una manera de amar y repetimos también una manera de separarnos, de perder aquello que amamos. Lo que repetimos son siempre actos ligados al amor o actos ligados a la separación. Así, cada retorno en acto de un pasado feliz en el que hemos amado o de un pasado doloroso en el que hemos sufrido una pérdida, es indiscutible que cada acto esencial de nuestra vida es un acrecentamiento de nuestro ser; cada vez que nos separamos –supongamos que nos separamos dolorosamente por una pena de amor o, al revés, nos comprometemos en una relación feliz- , cada vez que hay algo esencial que marca un pasaje de un desafío, de una prueba, nuestro ser crece y cada acto es una nueva capa que se añade y se funde con las antiguas capas que constituyen la base de nuestra personalidad.
En efecto, ¿qué somos, qué es hoy nuestro Yo, sino la sedimentación de todos los retornos en acto de un pasado intenso, ya sea feliz o doloroso? Enteramente, nuestro pasado nos sigue en cada instante; lo que hemos sentido, pensado, querido desde nuestro primer despertar, incluso desde nuestra vida embrionaria, está aquí presente en el instante actual. Nosotros somos nuestro pasado en acto. Nosotros somos nuestro inconsciente en acto, un inconsciente que se confunde con el pasado, un inconsciente que no está detrás de nosotros sino en nosotros.
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