jueves, 17 de marzo de 2016

"Así es como la pierdes"; Junot Diaz

"Ese fue el verano en que todo en lo que nos íbamos a convertir estaba flotando sobre nosotros. Las jevas empezaban a fijarse en mí; no era buenmozo, pero sabía escuchar y tenía los brazos musculosos como un boxeador. En otro universo, probablemente todo hubiera salido bien, hubiera tenido miles de novias, y buenos trabajos, y un mar de amor en que nadar, pero en el mundo en que vivía, tenía un hermano que se estaba muriendo de cáncer y la vida que me esperaba era un túnel largo y oscuro como una milla de hielo negro"

(...)

"Nilda mira al suelo como si tuviera miedo de caerse. Me palpita el corazón y pienso: Podríamos hacer cualquier cosa. Hasta nos podríamos casar. Podríamos ir a California. Podríamos comenzar de nuevo. Todo es posible, pero ninguno de los dos dice na y el momento pasa y entonces regresamos a nuestro mundo de siempre.
¿Te acuerdas del día en que nos conocimos?, me pregunta.
Asiento.
Querías jugar a la pelota.
Era verano, digo. Tenías puesta una camiseta sin mangas.
Me obligaste a ponerme otra camisa para poder ser parte de tu equipo. ¿Te acuerdas?
Me acuerdo, digo.
Jamás volvimos a hablar. Un par de años después me fuí del barrio pa la universidad y nunca más supe qué coño fue de ella."

(...)

"Apenas sobrevives los dos semestres. Ha sido un largo tramo de mierda y por fin la locura ya empieza a disiparse. Es como despertarse de la peor fiebre de tu vida. No eres el mismo de antes (ja, ja!), pero ya te puedes parar cerca de las ventanas sin sentir impulsos raros y eso es un paso adelante. Desafortunadamente has engordado veinte kilos. No sabes como ocurrió, pero ocurrió. Solo te sirven un par de jeans y ni uno de tus trajes. Guardas todas las viejas fotografías de ella, les dices adiós a sus facciones de mujer maravilla. Vas al barbero, te afeitas la cabeza al rape por primera vez en mil años y te cortas la barba.
¿Ya?, te pregunta Elvis.
Ya.
Una abuela blanca te forma un escándalo en un semáforo y tú simplemente cierras los ojos hasta que termina y se va. 
Búscate otra jeva, te aconseja Elvis. Tiene a su hija en brazos. Un clavo saca otro clavo.
Nada saca nada, le contestas. Nunca habrá otra como ella.
OK. Pero búscate otra jeva de todos modos."

(...)

"Te enfocas más que nunca, en tus clases,  tu terapia física, tu terapia regular, tus lecturas, tus caminatas. Sigues esperando que se levante el peso que has sentido por tanto tiempo. Sigues esperando el momento en que jamás volverás a pensar en tu ex. Pero no llega.
Le preguntas a todo el mundo: ¿Cuánto tiempo toma recuperarse?
Hay muchas fórmulas. Un año por cada año que estuvieron juntos, dos años por cada año que estuvieron juntos. Es cuestión de voluntad: el día que lo decidas, se te pasa. Nunca se te pasa."

(...)

"El tiempo pasa. Sales con la muchacha alta. Ves a más médicos. Celebras el doctorado de Arlenny. Y una noche de junio garabateas el nombre de tu ex y le añades: La vida media del amor es eterna.
Se te ocurren un par de otras cosas. Entonces bajas la cabeza.
Al día siguiente revisas lo que escribiste. Por primera vez no quieres quemar las hojas o dejar de escribir para siempre.
Es un comienzo, le dices a la habitación vacía.
Y eso es todo. En los próximos meses sigues el ritmo del trabajo, porque te da esperanza, algo como una bendición, y porque en tu corazón de cuernú mentiroso sabes que algunas veces un comienzo es todo lo que nos toca."





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