"Toda familia dominicana tiene historias de amores locos, de quienes llevan el amor a extremos, y la familia de Óscar no era la excepción.
Su abuelo, el difunto, había sido inflexible con una cosa u otra (nadie nunca había dicho exactamente con qué) y terminó en la cárcel, primero loco, después muerto; su abuela Nena Inca había perdido a su marido a los seis meses de casada. Se había ahogado en Semana Santa y ella nunca se había vuelto a casar; jamás había tocado a otro hombre. Estaremos juntos muy pronto, Óscar le había oído decir.
Tu mamá, su tía Rubelka le había susurrado alguna vez, era una loca con el amor. Por poco la mata.
Y ahora parecía que era el turno de Óscar. Bienvenido a la familia, su hermana le dijo en un sueño, la verdadera familia.."
(...)
"¿Va a ponerse bien?, le pregunté a Lola a la salida.
Creo que sí, dijo. Llenaba las bandejas de hielo con agua de la llave. Dice que regresará a Demarest en la primavera.
¿Te parece buena idea?
Lo pensó un segundo. Así era Lola. Sí, creo que sí, dijo.
Tú sabrás. Saqué las llaves del carro del bolsillo. ¿Y cómo está el fiancé?
Está muy bien, dijo sin mucha expresión. Tú sigues con Suriyam?
Sólo oír su nombre me mataba. Hace mucho que no.
Y entonces nos quedamos allí y nos miramos el uno al otro. En un mundo mejor, la habría besado por encima de las bandejas de hielo y allí hubieran terminado todos nuestros problemas. Pero ya saben en qué clase de mundo vivimos. No es la fokin Tierra-Media. Asentí y le dije: Te veo, Lola, y me fui pa mi casa."
(...)
"Así es la vida. Toda la felicidad de la que te rodeas, te la barre como si nada. Si me preguntan, diría que no creo que las maldiciones existan. Pienso que solo existe la vida. Y eso basta."
(...)
"Pero hay días, cuando estoy depre o abatido, cuando me encuentro en el escritorio tarde en la noche, sin poder dormir, pasando las páginas (na menos) de la muy manoseada copia de Watchmen que había sido de Óscar. Una de las pocas cosas que se llevó en su Último Viaje y que pudimos recuperar. El comic original. Paso las páginas -uno de sus tres libros favoritos, sin duda- hasta el horripilante capítulo final: "Un mundo de amor más fuerte". Hasta el único panel que él ha marcado. Óscar -que nunca pintarrajeo un sólo libro en toda su vida- marcó el panel con la misma pluma enfática que usó para escribir sus últimas cartas a la familia. Es el panel donde Adrian Veidt y el Dr. Manhattan sostienen su conversación final. Después que el cerebro mutante ha destruido New York City; después que el Dr. Manhattan ha asesinado a Rorschach; después que el plan de Veidt ha logrado "salvar al mundo".
Veidt dice: "Hice lo que debía, ¿no?. al final, todo salió bien".
Y Manhattan, antes de desaparecer de nuestro universo contesta: "¿Al final? Nada termina, Adrian. Nunca nada termina"."
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